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LA YAPA (Tributo a Casimiro)

by Andres Gavaida

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1.
Con veinte abriles me vine para el centro, mi debut fue en Corrientes y Maipú; del brazo de hombres jugados y con vento, allí quise, quemar mi juventud... Allí aprendí lo que es ser un calavera, me enseñaron, que nunca hay que fallar. Me hice una vida mistonga y sensiblera y entre otras cosas, me daba por cantar. Cabaret... "Tropezón"..., era la eterna rutina. Pucherito de gallina, con viejo vino carlón. Cabaret... metejón... un amor en cada esquina; unos esperan la mina pa' tomar el chocolate; otros facturas con mate o el raje para el bulín. Canté en el viejo varieté del Parque Goal, y en los dancings del viejo Leandro Alem; donde llegaban "chicas mal de casas bien", con esas otras "chicas bien de casas mal"... Con veinte abriles me vine para el centro; mi debut fue en Corrientes y Maipú. Hoy han pasado los años y no encuentro, calor de hogar, familia y juventud.
2.
Lo llamaban por mal nombre Mangangá y allá por el año 80, el barrio de San Telmo consagró como un compadre polenta. Era un pájaro de cuenta, Mangangá, para trenzarse en un ocho, cuando bailaba el morocho, Mangangá, que gusto daba mirar . Se juntaban las esquinas para oír juguetear la silbatina. Las estrellas peregrinas recortaban el llorar del acordeón. Entre el barro de la calle y el farol, luz de luna y alegría, el cielo su pista abría por verlo taconear a Mangangá. Lo llamaba la barriada, Mangangá, y vieran como lucía la bota bien lustrada y el tacón para adornar lo que hacía. Los muchachos le gritaban, Mangangá, y el se enredaba en un ocho. Si era una flor de morocho, cien por cien, de esos que ya no se ven. Se juntaban las esquinas para oír juguetear la silbatina. Las estrellas peregrinas recortaban el llorar del acordeón. Entre el barro de la calle y el farol, luz de luna y alegría, el cielo su pista abría por verlo taconear a Mangangá. Si era una flor de morocho, Mangangá, de esos que ya no se ven.
3.
Turbio fondeadero donde van a recalar, barcos que en el muelle para siempre han de quedar... Sombras que se alargan en la noche del dolor; náufragos del mundo que han perdido el corazón... Puentes y cordajes donde el viento viene a aullar, barcos carboneros que jamás han de zarpar... Torvo cementerio de las naves que al morir, sueñan sin embargo que hacia el mar han de partir... ¡Niebla del Riachuelo!.. Amarrado al recuerdo yo sigo esperando... ¡Niebla del Riachuelo!... De ese amor, para siempre, me vas alejando... Nunca más volvió, nunca más la vi, nunca más su voz nombró mi nombre junto a mí... esa misma voz que dijo: "¡Adiós!". Sueña, marinero, con tu viejo bergantín, bebe tus nostalgias en el sordo cafetín... Llueve sobre el puerto, mientras tanto mi canción; llueve lentamente sobre tu desolación... Anclas que ya nunca, nunca más, han de levar, bordas de lanchones sin amarras que soltar... Triste caravana sin destino ni ilusión, como un barco preso en la "botella del figón"...
4.
Adiós... Qué raro fue tu adiós! de espina y de jazmín, como un dolor y una caricia. Tal vez... no presentí, ni comprendí, que las estrellas tienen que morir con los rayos del sol... Yo fui... un pájaro cantor, y tú la mariposa que buscó quemar sus alas. Después... la soledad, la realidad, la noche cruel que pronto me envolvió... fatal... Y otra vez junto al río, muy juntos... Tu boca, mi boca, tu pelo y mi pelo. Y la luna, tu luna, mi luna, que ayer nos vestía, hoy tiende su velo. Yo no quiero el engaño de un día: tus manos no tiemblan! no sabes reír!... Yo no quiero la historia de siempre, vivir un momento y luego morir. Verás... qué triste es el papel de mendigar amor donde no queda nada, nada... Después... la soledad, la realidad, la noche cruel que ya te envolverá... fatal...
5.
Volvió una noche, no la esperaba, había en su rostro tanta ansiedad que tuve pena de recordarle su felonía y su crueldad. Me dijo humilde, si me perdonas, el tiempo viejo otra vez vendrá, la primavera de nuestra vida, verás que todo nos sonreirá. Mentira, mentira, yo quise decirle, las horas que pasan ya no vuelven más, y así mi cariño al tuyo enlazado es como un fantasma del viejo pasado que ya no se puede resucitar. Callé mi amargura, y tuve piedad, sus ojos azules muy grandes se abrieron, mi pena inaudita pronto comprendieron y con una mueca de mujer vencida me dijo es la vida, y no la vi más... Volvió esa noche, nunca la olvido, con la mirada triste y sin luz, y tuve miedo de aquel espectro que fue mi locura en mi juventud. Se fue en silencio, sin un reproche, busqué un espejo y me quise mirar; había en mi frente tantos inviernos que también ella tuvo piedad.
6.
7.
Golondrinas de un solo verano Con ansias constantes de cielos lejanos... Alma criolla, errante y viajera, Querer detenerla es una quimera. Golondrinas con fiebre en las alas, Peregrinas borrachas de emoción... Siempre sueña con otros caminos La brujula loca de tu corazón. Criollita de mi pueblo, pebeta de mi barrio, La golondrina un dia su vuelo detendra; No habra nube en sus ojos de vagas lejanias Y en tus brazos amantes su nido construira. Su anhelo de distancias se aquietara en tu boca Con la dulce fragancia de tu viejo querer... Criollita de mi pueblo, pebeta de mi barrio, Con las alas plegadas también yo he de volver. En tus rutas que cruzan los mares Florece una estela azul de cantares Y al conjuro de nuevos paisajes Suena intensamente tu claro cordaje. Con tu dulce sembrar de armonias Tierras lejanas te vieron pasar; Otras lunas siguieron tus huellas, Tu solo destino es siempre volar.
8.
La vida es triste arriba del pescante con los recuerdos de un corazón amante, avanzo leguas al tranco con mi carro, y me parece que estoy siempre en el barro. Es que me falta quien me cebaba un mate mientras ataba mi zaino percherón, y acariciando mi perro chocolate tomaba alegre un trago del porrón. Tranco a tranco trenzo penas recordando mi pasado, pensando que fue tan buena y el destino tan malvado. Vamos, vamos, zaino viejo, ya estamos los dos iguales, nos hemos ido tan lejos son cincuenta carnavales... Vamos, vamos, zaino viejo, ya es hora de descansar. Recuerdos tristes se agolpan cada año pensando en ella que hoy cumplía sus años, y me esperaba sonriente y buena moza, porque así era mi linda María Rosa. Hoy ya no tengo quien me prepare un mate, ni quien me ayude a soltar el percherón. Sólo me queda mi perro chocolate entre las ruinas del viejo corralón.
9.
10.
¡Amor, la vida se nos va, quedémonos aquí, ya es hora de llegar! ¡Amor, quedémonos aquí! ¿Por qué sin compasión rodar? ¡Amor, la flor se ha vuelto a abrir y hay gusto a soledad, quedémonos aquí! Nuestro cansancio es un poema sin final que aquí podemos terminar. ¡Abre tu vida sin ventanas! ¡Mira lo lindo que está el río! Se despierta la mañana y tengo ganas de juntarte un ramillete de rocío. ¡Basta de noches y de olvidos, basta de alcohol sin esperanzas, deja todo lo que ha sido desangrarse en ese ayer sin fe! Tal vez de tanto usar el gris te ciegues con el sol... ¡pero eso tiene fin! ¡Después verás todo el color, amor, quedémonos aquí! ¡Amor, asómate a la flor y entiende la verdad que llama al corazón! ¡Deja el pasado acobardado en el fangal que aquí podemos comenzar!
11.
12.
Muñeca, muñequita que hablás con zeta y que con gracia posta batís mishé; que con tus aspavientos de pandereta sos la milonguerita de más chiqué; trajeada de bacana, bailás con corte y por raro snobismo tomás prissé, y que en auto camba, de sur a norte, paseás como una dama de gran cachet. Che papusa, oí los acordes melodiosos que modula el bandoneón; Che papusa, oí los latidos angustiosos de tu pobre corazón; Che papusa, oí cómo surgen de este tango los pasajes de tu ayer... Si entre el lujo del ambiente hoy te arrastra la corriente, mañana te quiero ver... Milonguerita linda, papusa y breva, con ojos picarescos de pippermint, de parla afranchutada, pinta maleva y boca pecadora color carmín, engrupen tus alhajas en la milonga con regio faroleo brillanteril y al bailar esos tangos de meta y ponga volvés otario al vivo y al rana gil.
13.
Linda estaba la tarde en que la vide, el patio de su rancho acomodando y aunque guapo pa'todo me sentía, no pude hablarle y me quedé temblando. Estaba como nunca la había visto, vestido livianito de zaraza, con el pelo volcao sobre los hombros era una virgen que encontré en la casa. Ni ella ni yo, ninguno dijo nada, con sus ojazos me siguió quemando, dejó la escoba que tenía en la mano, me quiso hablar y se quedó temblando. Era el recuerdo del amor primero, amor nacido en una edad temprana, como esas flores rústicas del campo que nacen de la noche a la mañana. Amor que está oculto en los adobes de su rancho paterno tan sencillo y en la corteza del ombú del patio escrito con la punta del cuchillo. Me di vuelta pisando despacito, como quien desconfía de una trampa, envolviendo recuerdos y emociones entre las listas de mi poncho pampa. No sé que me pasó, monté a caballo y me fui galopiando a ríenda suelta, con todos los recuerdos y emociones que en las listas del poncho saqué envueltas. Linda estaba la tarde en que la vide, el patio de su rancho acomodando. La tarde en que guapo me sentía no pude hablarle y me quedé temblando.
14.
Cuando estés en la vereda y te fiche un bacanazo, vos hacete la chitrula y no te le deschavés; que no manye que estás lista al primer tiro de lazo y que por un par de leones bien planchados te perdés. Cuando vengas para el centro, caminá junando el suelo, arrastrando los fanguyos y arrimada a la pared, como si ya no tuvieras ilusiones ni consuelo, pues, si no, dicen los giles que te han echao a perder. Si ves unos guantes patito, ¡rajales!; a un par de polainas, ¡rajales también! A esos sobretodos con catorce ojales no les des bolilla, porque te perdés; a esos bigotitos de catorce líneas que en vez de bigote son un espinel... ¡atenti, pebeta!, seguí mi consejo: yo soy zorro viejo y te quiero bien. Abajate la pollera por donde nace el tobillo,dejate crecer el pelo y un buen rodete lucí, comprate un corsé de fierro con remaches y tornillos y dale el olivo al polvo, a la crema y al carmín.Tomá leche con vainillas o chocolate con churros, aunque estés en el momento propiamente del vermut. Después comprate un bufoso y, cachando al primer turro, por amores contrariados le hacés perder la salud.
15.
BUSCANDO VOY UNA OCASIÓN QUE ME PERMITA VIVIR UN FELÍZ AMOR PERDÍ LAS CLAVES, LA COMBINACIÓN QUIEN PUEDA DESCIFRARLA VENGA A ABRIR MI CORAZÓN BUSCANDO VOY UNA CANCIÓN QUE SEA FIEL REFLEJO DE MI CORAZÓN YA NO SOY VALS, NI ROCANROL HOY LA MILONGA SE METIÒ EN MI CORAZÒN SI ESTOY FELIZ, SI ESTOY MUY BIEN Y SOY ASÍ COMO YO QUIERO SER VENÍS A MÍ DETENGO TU VAIVÉN NO ME HACE FALTA HACER CASTILLOS A TUS PIES SI ESTOY AQUÍ, NO ESTOY ALLÁ SI ESTOY ALLÁ ES PORQUE DEJÉ DE ESTAR ACÁ AQUÍ Y ALLÁ LO MISMO DA SI EN UN VAIVÉN SIGO PARADO EN UN LUGAR BUSCANDO VOY UN NUEVO RUMBO LO QUE FUE AYER HOY YA NO ES ME ATREVO HOY A VER TODO DISTINTO ME SIENTO AFORTUNADO DE VIVIR LO NO VIVIDO
16.

about

TANGOS VALSES Y MILONGAS CANTADOS EN UNA FORMA INTIMISTA.

credits

released April 17, 2011

Aníbal Arias: Guitarra en 1 y 14
Edgardo Cardozo: Guitarra en 2, 5 y 16 y guitarrón en 2 y 16
Juan Pablo Lazo: Guitarra en 4 y 7
Pablo Greco: Bandoneón en 3 y 12
Marcelo Hunkeler: Bandoneón en 13 y 15
Martín González: Violín en 8, 10 y 15
Claudio Bucello: Clarinete en 15
Andrés Gavaida: Guitarra y voz
Enrico Cresta: Produccion ejecutiva
Florencio Justo: Grabación, mezcla y masterización

Grabado en Junio de 2003 en Estudios "Dr F"
Foto: Natalia Alonso

Agradezco profundamente a mis a mis maestros y amigos Aníbal Arias y Lucía Maranca y
a mis amigos Daniel Melingo,Enrico Cresta y Florencio Justo.

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about

andres gavaida Ciudad Autónoma De Buenos Aires, Argentina

Músico intuitivo y autodidacta.
Cofundador del mítico “Rinnng Club” con Horacio Fontova, Miguel Abuelo, Fabiana Cantilo, Miguel Zavaleta, Vivi Tellas y Daniel Melingo. Fundador del grupo “El Pasajero” en la década de los 80 .

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